Artículo publicado en Plate Selector el 12/05/2016. Accede al artículo completo aquí
Bitter Cocktail Bar lleva poco más de un año abierto, pero ya nos cuesta imaginar la vida nocturna condal sin este local. Sin duda, este lugar se ha convertido en uno de nuestros sitios preferidos no sólo para tener una buena conversación, sino también para beber y comer.
El Bitter Cocktail Bar nace de la mano de Nacho, que decidió emanciparse de Juanjo (con quien compartió barra en el Milano y Caribbean Club) para establecerse en la actual zona de moda de la ciudad, al principio de la Calle Viladomat (número 17), esquina con la calle Parlament. Como todo nuevo local, ha sabido combinar gastronomía y coctelería. Hoy en día no tiene ningún sentido dedicarse a una de las dos cosas, y es por eso que Nacho y su equipo se dieron cuenta de la importancia de la comida en este tipo de establecimientos.
No es difícil comer bien en Barcelona, y cada vez es menos difícil beber bien, pero hacer las dos cosas a la vez y no arruinarte en el intento es más complicado, como en algún hall o terraza de esos hoteles con precios prohibitivos. Por ello, podemos afirmar que la selección que ha hecho el chef del lugar, Aníbal, os dejará saciados y sobre todo os hará muy felices.
Tenemos que decir que los sandwiches son una maravilla, el de entrecot es una absoluta perdición. Por otro lado, el tartar de salmón, las arepitas rellenas y las patatas baby con romesco casero son un acierto seguro. Esta combinación de poder ir picando, incluso acabar cenando, mientras lo compaginas con algún cóctel o cerveza artesana, hacen del Bitter un espacio del que cuesta salir: no hay visita rápida, lo tenemos comprobado empíricamente.
Dejamos para el final los cócteles. Bitter es una suma de muchas cosas, donde los tragos son muy importantes, pero también lo son las anécdotas de Nacho, la calidez de Priscila, la sonrisa de Anais, la simpatía de Dorian, el talento de Anibal, la dedicación de Diego y el buen gesto de Albert. La coctelería, para Nacho y su equipo, es un medio al que se le dedica mucho cariño, un mecanismo en constante evolución con el que se acercan a sus clientes con nuevos sabores y un lenguaje claro y honesto. Rigor, inquietudes, amor y mucha humildad son los valores de la selección del Bitter, donde hay espacio para los consumidores de coctelería clásica con recetas como “Beatnik” (bourbon, amaro y oporto), sabores frescos como el del “Berry Sling” (vodka, frambuesas, miel, zumo de limón, jengibre y menta) y otros, marca de la casa, como la versión del “Whisky Sour” tradicional, cambiando el azúcar por el sirope de arce y añadiendo un poco de romero.
En definitiva, toda esta explicación la resume bien el cartel que se encuentra al cruzar la puerta: “Bitter”, “Social” y “Fun”. Eso es el Bitter.!!