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Artículo de Bitter en el portal Gastronomistas.com publicado el 28 de Junio de 2015. Link al artículo

Bitter, la coctelería de San Antoni (con permiso de XIX)

Estaba el XIX Bar, en la esquina de Rocafort con Tamarit, toda una institución coctelera en un barrio, el de Sant Antoni, en que puedes tomar ‘smoothies’ rocambolescos a cualquier hora con ingredientes traídos de ultramar, o meterte entre pecho y espalda deliciosos platazos coloridos y saludables casi a cualquier hora del día, pero en el que por algún motivo que al fin se ha solventado no podías tomarte, oh tragedia, unos cócteles en condiciones. De hecho, Sant Antoni se ha convertido, por obra y gracia de la voluntad popular, en un barrio en auge donde reinan el ‘brunch’ y el vermú, la tapa a precios aún razonables, la cocina sana y sencilla en un ambiente ‘hipster’ y, en definitiva, donde el rollo diurno, para que nos entendamos, ha ganado la batalla.

Pero no, ya no. Al fin ha llegado alguien a poner un poco de sensatez en el asunto y a entregarse a la tarea de ayudar a la gente de XIX a dinamizar la vida nocturna en un barrio que parece morir a partir de las 23 h. Y ese alguien se llama Bitter. Y es una coctelería situada en el meollo de todo: a dos pasos de La Donutería, de Cometa, Tarrannà, Vinito, Federal… prácticamente en el cruce de Viladomat con Parlament, al lado de la hermosa (y no excesivamente prohibitiva) tienda de interiorismo El Recibidor.

Y es un sitio que te va a caer simpático desde el principio por una serie de circunstancias. En primer lugar, no van a servirte un vaso verde del tamaño de tu comedor cuyo ingrediente principal son las espinacas, sino que van a servirte encantados un pelotacito de lo que desees con la mejor de las sonrisas. Y con eso, claro, ya se han ganado la simpatía de muchos. Pero es que además, Nacho, su barman y uno de los tres socios que han parido a la criatura, va a intentar hallar el cóctel perfecto para ti, interesándose por tus gustos, preferencias y sensibilidad y decidido a elaborar el brebaje que mejor se ajuste a ellas. De hecho, lo primero que se puede leer en la carta de Bitter es “hola, ¿cómo va? ¿Queréis ver la carta o preferís que hablemos?”. Y si eliges hablar, Nacho se entregará a hacerte una radiografía coctelera con amabilidad y discreción, con esa estoicidad amigable que sólo tienen los tipos que se han pasado años trajinando tras una barra. Es el caso de Nacho, que viene de lugares como Milano, Caribbean o Negroni y por lo tanto es un experto en coctelería clásica a la que aquí, en su Bitter, en su hijito, más que abandonar reinventa.

Y es que Bitter es, al fin, un homenaje a la coctelería clásica, a la que se aporta, con todos los respetos, pinceladas modernas. Aquí no encontramos coctelería molecular ni técnicas de vanguardia, sino más bien cócteles tradicionales en los que se experimenta sin tapujos con los aderezos, especialmente las hierbas. Las favoritas de Nacho son la albahaca, el tomillo, el romero y la lavanda. Con ellas y con zumos naturales y todo tipo de licores puede elaborarte maravillas que encontramos en la carta, como el Rosmarie Bourbon Sour (con limón, sirope de arce, romero yBourbon) o el The Indian Summer (con uvas, zumo de arándanos y lima, ginebra y Saint Germain). Tienen también una marcianada llamada Bloody Oaxaca y algún que otro cóctel con mezcal, además de una selección de vinos tintos, blancos y cervezas.

La siguiente pregunta obligada es con qué acompañar los cócteles, cosa que también ocasionó numerosos quebraderos de cabeza al equipo de Bitter. ¿Platos? ¿Tapas frías? ¿Snacks? Y al final la razón les llevó a la elección que han tomado: ‘sandwiches’ gourmet, muy muy ricos, ideales para acompañar un cóctel, pongamos por caso, a última hora de la tarde, en esa franja horaria en la que nos apetece poner fin a la jornada con un buen combinado pero ya empezamos a tener apetito, cuando ya han pasado demasiadas horas tras la comida para que un cóctel con ron se nos suba a la cabeza y acabemos perdiendo los papeles a las 8 de la tarde. Este posible percance no tendrá lugar si acompañamos nuestra bebida con un bocadillo, pongamos por caso, de entrecot (con Roast Beef, queso emmental, salsa de pimienta verde y cebolla cocida) o de pollo (con pechuga de pollo, rúcula, espinaca y mayonesa con hierbas provenzales). También tienen tablas de quesos y patés y provoleta.